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LA PRÓXIMA NAVIDAD

LA PRÓXIMA NAVIDAD No espero nada nuevo en Nochevieja. Es una fiesta inamovible. Ni el gobierno puede con ella. No cambia la hora, no pueden atrasar ni unos minutos el reloj de la Puerta del Sol para prolongar un ratín su mandato. Los únicos que varían son los presentadores de la última noche del año en las cadenas de televisión. Pero solo de cara, de voz, de uniforme y de ocurrencias. Nada sustantivo. Ninguno anuncia que la próxima Navidad la celebraremos todos los presentes que tenemos aún una salud razonable. Ni siquiera todas las mujeres que hoy están amenazadas y ya han denunciado su situación.             

VALS

VALS En los días previos a la Navidad comienzan a llegar a casa los parientes más cercanos. Mis hijos con sus esposas, mis hijas con sus maridos, mi nietos, algún hermano… Todos quieren acompañarme en esas fechas. Nati, que sigue siendo soltera y me cuida, los anima para que me atiendan, me agasajen y pongan fiesta en cada momento del día. Durante la Nochebuena cantamos canciones antiguas, villancicos. Juanito, mi nieto mayor, nos acompaña con su guitarra. Lo hace bien, tiene futuro el muchacho como músico. Le aplaudimos mucho, aunque menos de lo que merece. Nati y mis demás hijas lo preparan todo, lo disponen del mejor modo posible, como siempre se hizo en nuestra casa. Mis hijos y mis yernos intentan ayudar, pero ellas prefieren ir a su aire porque dicen que son algo patosos. Vienen todos para que me sienta acompañado, pero a pesar de ello, yo salgo de viaje. Nadie nota mi ausencia, sin embargo, porque sigo sonriendo, abrazando y felicitando a todos. Lo que ocurre es que mi es

PRIMAS

PRIMAS Por Navidad, siempre me cae la negra. Nadie me interprete mal. No se trata de una chica africana, ni brasileña, ni cubana. Es mi prima, más blanca y famélica que una esquimal criada bajo el hielo en un invierno polar. Viene de por esos mundos de Dios, arrastrando el escaso equipaje que le cumple a su inquietud. Me abraza diciendo que vuelve un año más a verme por un breve lapso de dos semanas. Dice lapso, es remilgada al hablar. Que a primeros de año partirá de gira nuevamente. Yo la tengo que acoger, qué remedio. Además de ser mi única familia, es la dueña del cuchitril donde habito. Se lo dejó mi tío en su testamento, pero ella es incapaz de vivir más de un mes en el mismo lugar. Me lo cede gratis, sí, pero tengo que ahorrar durante todo el año para darle de comer opíparamente en Navidad. 

Estreno

Finaliza hoy 2017. Mañana será otro año.